viernes, 3 de octubre de 2008

HISTORIA


La Parroquia de la Candelaria , fue construida en 1837 por don Manuel Beltrán, cura en ese entonces de la comunidad de lo Abarca, quién la construyó en adobe y paja con techo de totora, en la suave colina ubicada frente a la rada de Los Lances, sobre el camino tropero que entonces llevaba desde Valparaíso a San Antonio.
Situada sobre una elevada y explanada cima que mira al poniente, sus puertas de doble hoja se abren al mar, sus espesos muros de adobe de un grosor de 70 cm., que sostienen una techumbre de vigas de roble, como los pilares de sus corredores, el techo está cubierto por tejas de greda hechas a mano. Toda la lata de la capilla alcanza los 144, 18 cm., siendo su mayor altura de 8m, el cielo interior es de coligues, los que se prolongan en los pasillos y corredores que rodean la estructura. En los corredores se pueden admirar los pilotes de roble, cada uno de 2,5m. de altura, los que se conservan en buen estado, pese a los vientos marinos y la salinidad del mar tan cercano. El pavimento en su totalidad es de madera, otorgándole a la capilla el estilo característico de la arquitectura rural de Chile Central.
Su interior es sencillo, sobre el altar de un moderado barroquismo, se encuentra la venerada imagen de la Virgen de la Candelaria, de tez y manos esmaltadas de suave tono oscuro, con cabello natural, corona de plata y con vestiduras de seda, ella fue la patrona de los reales ejércitos españoles y objeto de advocación popular en la colina. Se presume que fue traída a Chile a fines del siglo XVII o principios del siglo XVIII. En el altar se puede ver un hermoso crucifico tallado en madera de la misma época, que, pese a su deterioro, muestra una excelente factura.
En el año 1915, debido al gran deterioro de la techumbre, se intentó reemplazar las tejas por el zinc, ante semejante atentado, elevó su voz un joven artista, quién logró detener la obra, y quien, junto con la ayuda de los pobladores, logró fabricar las tejas hechas a mano en un horno especialmente construido para este fin. Este joven llegó a ser el insigne pintor y luego monje benedictino, Don Pedro Subercaseaux, a quien Chile debe magníficos cuadros y murales de inspiración patriota. A su afán se debe, por esas fechas, la construcción del pequeño campanario, quien lo modelara personalmente y techado con tejas de cuatro faldones.
Antes de convertirse en monje, Don Pedro Subercaseaux, junto a su esposa Elvira Lyon, construyó en las cercanías de la capilla, una casa a que llamó “Refugio San Francisco de Asís” y en cuyo interior actualmente remodelado parcialmente, se pueden apreciar algunas de sus obras.

Fue en esta hermosa capilla, que en Enero de 1918 donde Juanita Fernández del Solar, dedicó mucho tiempo a enseñar el catecismo a los pequeños que se preparaban para su Primera Comunión, además de todos los hábitos propios de una devota. asistía a misa, alejada del mundo, se internaba en la espiritualidad, junto a su querida amiga Gabriela Lyon
Esta Iglesia fue el marco de la devoción de esta joven quien mas tarde llegaría a ser nuestra Santa Teresa los Andes

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